En la mayoría de los casos, siempre asociamos a los niños con felicidad, pero hay que tener presente que son seres vulnerables y susceptibles ante las situaciones que les rodean.
El entorno escolar, familiar, social e interpersonal, repercuten en su día a día, en su desarrollo y en su evolución, así que tenemos que velar por su bienestar en todos los ámbitos.
Los problemas más característicos observados entre la población infantil en las diferentes etapas evolutivas son:
- Problemas de comportamiento y control de impulsos
- Ansiedad
- Trastornos del estado del ánimo (depresión)
- Terrores nocturnos (pesadillas)
- Baja autoestima
- Trastornos del sueño
- Duelos y perdidas
- Trastornos adaptativos
- Hiperactividad, impulsividad, problemas de atención
- Control de esfínteres
- Rendimiento escolar bajo
- Habilidades sociales