Nuestra actual tercera edad no es comparable a la de años atrás, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente lo que conlleva que, por lo general, las personas llegan a la jubilación con un buen estado de salud, que en ocasiones sólo empeora por un problema psicológico.
Su principal labor es ayudarles a adaptarse a la nueva situación, para lo cual no solo se basan en la típica atención individualizada cara a cara, sino que se valen también de terapias grupales, actividades de ocio o talleres en los que, además de solucionar el problema psicológico del paciente favorecen su integración social, la creación de vínculos, la mejora de la autoestima y el despertar de nuevos intereses y aficiones.
En el caso que la persona atendida sea dependiente es muy habitual que el cuidador informal también necesite terapia individualizada o conjunta con el dependiente.Las personas con Demencia presentan numerosos déficits cognoscitivos que incluye, un deterioro de la memoria, aparaxia o deterioro a la hora de realizar actividades motoras, afasia o dificultades y cambios en el lenguaje, agnosia o deterioro de la capacidad para reconocer objetos, deterioro en las actividades de la vida diaria y alteraciones en el carácter.
Entre los problemas mas comunes solemos encontrar:
La Demencia que puede ser causada por una enfermedad médica, por el abuso continuado de sustancias, por múltiples etiologías o no tener causa específica.
La aparición de este trastorno no suele estar claro, emerge de forma lenta y progresiva, además las personas con Demencia suelen ocultar sus déficits ante los demás, lo que hace más difícil su diagnóstico y tratamiento temprano.
Algunos de los síntomas que presentan son los siguientes:
- Mayor deterioro de las habilidades cognitivas por la noche.
- Deterioro en la orientación espacial y temporal.
- Pérdidas de memoria objetivas.
- Peor memoria para hechos recientes.
- Poca o ninguna angustia por los síntomas.
- Alteraciones en la respuesta afectiva. No reaccionan ante el rechazo.
- Pérdida de conciencia de las normas y habilidades sociales.
- Andar nocturno.
- Dormitar diurno.
- Poca fluidez verbal.
- Minimiza la importancia de los errores en las tareas cognitivas.
- Vocabulario pobre.
- Dificultades para prestar atención y concentrarse.
- En ocasiones reconocen su deterioro en comparación con el pasado.
- Pocas o vagas quejas de las dificultades.
Depresión
La depresión se caracteriza por un estado de ánimo triste, melancólico y/o una pérdida de interés en casi todas las actividades que el individuo realizaba. Para las personas de la tercera edad con este trastorno, influyen una serie de variables cognitivas y conductuales que hacen que exista una mayor probabilidad de padecer depresión, estas variables son:
- Percepciones subjetivas de problemas de salud e incapacidad física.
- Con frecuencia experimentan menos sucesos agradables que cuando eran jóvenes.
- Se sienten con menos recursos para afrontar sucesos estresantes y esto hace que los vivan con mayor aversividad.
- Debido a la soledad, a los problemas físicos, sociales o económicos, tienden a centrar su atención en sus percepciones subjetivas de enfermedad, lo que hace que aumente su malestar.
- Pensamientos rígidos sobre las relaciones familiares, implicaciones de la jubilación o de la edad, que les lleva a sentirse mal, a dejar de realizar múltiples actividades, a la pasividad…
Los síntomas que presentan estas personas suelen ser algunos o todos de los siguientes:
- Estado de ánimo deprimido.
- Disminución de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades.
- Quejas.
- Experiencias subjetivas de pérdida de memoria.
- Énfasis en los problemas.
- Angustia por los síntomas.
- Déficit en habilidades sociales.
- Problemas con el sueño.
- Problemas con la alimentación.
- Ansiedad.
- Pensamientos frecuentes de muerte.
- Sentimientos de inutilidad y/o culpa.
- Disminución de la capacidad para concentrarse o indecisión.